jueves, febrero 15

¿un refresco?

miércoles, febrero 14

Eso...

Llevo ya tres días mirando por la ventana y nada ha cambiado, siguen quietos en el mismo lugar al que llegaron, no se han movido ni un pelo.
Si hubo alguna señal que permitiera prever su inminente venida paso absolutamente inadvertida, así que cuando el martes hacia las tres de la tarde se empezó a oír por las calles rumores sobre su llegada nadie los creyó. Y sin embargo a las cinco exactamente, apenas dos horas después, todos colgaban ya de los arboles. No prestaban atención a las asombradas personas que desde las aceras asistían atónitas al espectáculo. Simplemente llegaron, subieron a los arboles y empezaron a hacer esa extraña danza; frota barriga, salta,canta ,frota barriga, abraza árbol. Una y otra vez el espectáculo era el mismo en todos los arboles de la ciudad, !frota,salta,canta,abraza! sin parar!!, y justo cuando la gente empezaba a acostumbrarse a su frota,salta,canta,abraza, todos, absolutamente todos detuvieron su actividad como un solo ser, por un momento la ciudad entera quedo en suspenso; hasta ese punto sus danzas habían tomado el pulso a la ciudad. Y desde entonces, quietud y silencio. Seguiré mirando por la ventana un rato.

martes, enero 30

El conejo hambriento

Un conejo, muerto de hambre, llegó a una plantación de lechuga rodeada por una cerca.

- ¡Qué manjar! ¡Se me hace la boca agua!- exclamó el conejo hambriento.

El problema era que ahora estaba tan flaco que podría pasar a través de la cerca, pero después de comer habría engordado y no podría escapar.

Qué conejo más previsor, pensaréis... Y es que, efectivamente, hablamos de un conejo muy muy avispado.

El otro problema es que las plantas de lechuga eran demasiado grandes como para pasarlas a través de la cerca.

¿Cómo hizo el conejo para comer la lechuga y escapar?

domingo, enero 28



La huida de los prisioneros

Dos presos están encerrados en una celda. En lo alto, a varios metros del suelo, hay una ventana sin barrotes que puede suponer su libertad.

Hagan lo que hagan, subiéndose en la cama o uno en los hombros del otro, no logran llegar a la ventana para escapar.

Dándose por vencidos, deciden hacer un túnel, pero también terminan por abandonar la idea porque les lleva mucho tiempo.

Finalmente, a uno de ellos se le ocurre cómo escapar. ¿Cuál es su plan?

Adelante, Inkosnitos... A ver qué se os ocurre... Exprimir esas cabecitas. Suerte...

viernes, enero 19


Este señor naranja empuja un muro mientras lo miramos desde abajo, con ojos penetrantes.

martes, enero 16

viernes, enero 12


Mientras contaba cuentos, los ilustraba con las sombras de sus manos en una tela. De una manera casi mágica hacía que las sombras se movieran y contaran otra historia.